sábado, 22 de octubre de 2011

Cultura



La cultura brasileña se podría simplificar a una mixtura de varios pueblos que constituyen la demografía de ese país sudamericano: indígenas, europeos, africanos, asiáticos, árabes etc, así como a la amplia gama de manifestaciones a través de las cuales se ha ido expresando esta combinación de expresiones culturales: música, pintura, literatura, cine, arquitectura. Como resultado de una intensa mixtura entre los pueblos, surgió una realidad cultural peculiar, que sintetiza las varias culturas.
La cultura popular y la cultura erudita siempre fue bastante problemática en el país. Durante un largo período de la historia, desde el Descubrimiento de Brasil hasta mediados de los siglos XIX y XX, la distancia entre la cultura popular y la cultura erudita era bastante amplia: la primera buscaba ser una copia fiel de los cánones y estilos europeos, la segunda era formada por la adaptación de las culturas de los diferentes pueblos que formaron el pueblo brasileño en un conjunto de valores, estéticas y hábitos rechazados y despreciados por la élites. Gran parte del proyecto estético modernista fue justamente el de rescatar en los campos considerados "nobles" de la cultura (las artes en general, la literatura, la música, etc.) y hasta los hábitos cotidianos, considerándola como una legítima cultura brasileña.
Formación de la Cultura Brasileña Dentro de los diversos pueblos que formaron el Brasil, fueron los europeos aquellos que ejercieron la mayor influencia en la formación de la cultura brasilera, principalmente lo de origen portugués. Durante los 322 años en que el país fue Colonia en Brasil, y diversos aspectos de la cultura indígena heredados por la civilización actual brasileña. Además de la administración de guasipati y el callao disminución de los pueblos autóctonos, hubo una acción catequizadora y una intensa mixtura, los que contribuyó para que muchos de esos aspectos culturales fueran perdidos. La influencia indígena se tornó más fuerte en ciertas regiones del país en que esos grupos consiguieron mantener las mayores distancias de esos grupos de acción colonizadora ya que eran personas desconocidas.
Brasil es un país eminentemente multicultural, marcado por grandes y diversas corrientes migratorias provenientes de todos los continentes y el intenso mestizaje entre ellas.
La música popular de Brasil es conocida globalmente, con una gran variedad de manifestaciones y estilos como la samba, la bossa-nova, el choro, el axé, la lambada, el forró, sertaneja, etc, pero también son muy populares estilos importados como el Hip-Hop y el rock. Algunos de los éxitos internacionales más conocidos y representativos de Brasil podrían ser la samba Aquarela do Brasil[61] (popular) o la bossa-nova "Garota de Ipanema" (The Girl from Ipanema) de Antonio Carlos Jobim, muy conocidos a nivel internacional. La literatura de Brasil posee exponentes destacados como el clásico ensayo sociológico Casa grande y senzala (1933) de Gilberto Freyre, escritores como Machado de Assis ("Don Casmurro", "Memórias Póstumas de Brás Cubas"), Jorge Amado (Doña flor y sus dos maridos, La tienda de los milagros, Gabriela, clavo y canela), João Guimarães Rosa (Grande Sertão: Veredas), Érico Veríssimo (O Tempo e o Vento) y Fausto Wolff (O Acróbata Pede Desculpas e Cai). Entre los poetas se destacan Carlos Drummond de Andrade, Alphonsus de Guimaraens, Haroldo de Campos, etc. Entre los dramaturgos se destacan Manuel de Araújo Porto-alegre (Pitangueira), Antônio Callado, Nélson Rodrigues, entre muchos otros. El cine de Brasil es uno de los más desarrollado en Iberoamérica, muchas en coproducciones con empresas y artistas de otros países, con un importante mercado interior así como filmes que han recibido reconocimiento internacional. Desde las históricas películas Límite (1931) de Mario Peixoto y Orfeo Negro (1959).

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